Restos del comunismo en la sociedad checa
La relación entre el pueblo checo y su pasado comunista es algo difícil de explicar.
Por una parte, podemos decir que las medidas legales tomadas contra los antiguos colaboradores
de la policía secreta comunista (StB) han sido más severas que en Hungría, Eslovaquia o
Polonia. Por otra lado, cuando hablamos de la colaboración entre la población y el Partido
Comunista (Komunistická Strana Čech a Moravy), la postura adoptada es mucho más compleja.
En primer lugar, tenemos a los extranjeros, que a veces tienen la impresión de que la
mayoría de los checos se comportara como si los 41 años de historia comunista fueran un hecho
sin importancia. También tenemos un pequeño, aunque ruidoso grupo de gente, que rememora su
glorioso pasado comunista (Bolcheviques o Comanches) pero que culpan exclusivamente a
Moscú de todas las atrocidades. Por último, existe un pequeño grupo de personas que en los años 50 y
60 estuvieron en prisión y realizaron trabajos forzados por oponerse al régimen. Estos antiguos
prisioneros políticos ahora piden que los responsables de aquella injusticia sean castigados por
ello, aunque por el momento sus demandas no han tenido mucho éxito.
El Partido Comunista de Bohemia y Moravia aun cuenta con gran importancia en el
panorama político checo, ocupando el tercer puesto en porcentaje de votos, con un 12,81%, y
en numero de escaños, con 26, aunque ha visto reducido su apoyo popular considerablemente
desde las últimas elecciones de 2002, en los que obtuvo un 18,5% de los votos y un total de 41
escaños.
Es fácil entender la “amnesia” colectiva en torno al comunismo si echamos la vista
atrás hasta comienzos de los años 90, en los que lideres políticos, tales como Václav Klaus, tras
la caída del régimen, animaban a la población a mirar hacía adelante sin rencor. Sin embargo, la
realidad es muy distinta y el pasado de la República Checa se encuentra aun muy presente en la
vida pública de este antiguo estado comunista.
Además del antes mencionado Klaus, otros líderes políticos del post-comunismo
como Jiří Paroubek, Jan Fischer o Mirek Topolánek colaboraron activamente con el Partido
Comunista en el inicio de sus carreras políticas. Václav Klaus, afamado economista, llegó a
tabajar en el Banco Central Checo. Paroubek se afilió al Partido Socialista de Checoslovaquia en
1970 a la edad de 18 años y colaboró con la StB hasta en tres ocasiones, aunque nunca llegó a
formar parte de la misma por no tener “suficientes contactos”. Fischer accedió a la Oficina
Nacional de Estadística justo después de graduarse en Economía por la Universidad de Praga, en
1974, y formó parte del Partido Comunista entre los años 1980 y 1989. Topolanek se afilió a las
juventudes socialistas en su paso por el instituto reivindicando la afiliación semi-obligatoria a esta
organización para futuros oficiales del ejército.
Todos estos líderes a día de hoy han cambiado claramente su signo político y
reniegan de su pasado comunista, en algunos casos, como el de Klaus, llegando incluso a
declararse “perseguido” por el régimen. Un caso muy llamativo es el de Mirek Topolanek,
socialista activo en su juventud, que en los últimos meses ha sido fotografiado en las polémicas
fiestas organizadas por el archiconocido líder de derechas Silvio Berlusconi en su residencia
veraniega de Villa Certosa.
Fuentes:
https://en.wikipedia.org/wiki/Vaclav_Klaus
https://en.wikipedia.org/wiki/Ji%C5%99%C3%AD Paroubek
https://en.wikipedia.org/wiki/Jan_Fischer (politician)
https://en.wikipedia.org/wiki/Mirek_Topol%C3%A1nek
https://www.expats.cz/prague/article/books-literature/czech-communism/
Rubén (leden 2010)